Las actuaciones son deslumbrantes. Es un descenso repentino e implacable al infierno y una exploración de la estupidez, la política y el orgullo que provocaron ese infierno.
Sus clichés de novela negra se suavizan un poco con una trama que es a la vez un procedimiento estándar y una exploración más profunda de la injusticia histórica.
Si se busca ser detallista, podría afirmarse que la aclamada serie ha optado por una fórmula segura, sin embargo, continúa siendo televisión de altísima calidad.
A nivel conceptual, el piloto de 'Derek' es un triunfo. Sin embargo, en la práctica, nadie ve la televisión solo desde ese enfoque. Como serie, 'Derek' se vuelve algo tediosa.
Lo siento, Becks, en esta ocasión, los verdaderos protagonistas son los novatos. Es imposible no sentir simpatía por este encantador grupo de jóvenes talentos.
La serie presenta una cantidad de tramas y subtramas tan diversas que puede resultar abrumador. Si logra enfocar y resolver su verdadera esencia, habrá motivos para seguir viéndola.
Timothy Spall brilla en su interpretación, sin embargo, la trama carece de atractivo. El personaje de Tom parece auténtico, pero se ve arrastrado a una historia poco convincente.
Su trama enrevesada y los flojos monstruos distraen la atención de la mejor historia de 'Doctor Who' en mucho tiempo: el floreciente romance de Yaz y el Doctor.