Es una de esas películas exóticas y escasas que puede ofrecer una sutil compensación a cualquiera que tenga la paciencia de sentarse con ella casi dos horas.
Un film interesante, irónico y paradójico, tremendamente divertido en algunas partes, sentimental en otras, a veces lento y dedicado a una idea inusualmente seria y sobria.
La película de Hitchcock avanza de manera paulatina hasta culminar en un inesperado sobresalto que, aunque melodramático al estilo clásico, resulta efectivo. Las explicaciones que presenta parecen más bien una burla de un director que ha utilizado este recurso en sus obras anteriores. Como resultado, el desenlace se siente un tanto insípido.
Un guión tenso y sofisticado de Casey Robinson, acompañado de actuaciones profesionales, transforma esta película en una ficción entretenida y de calidad.
Está escrita, producida y dirigida por el Sr. Johnson con una limpia claridad documental, e interpretada con superlativa flexibilidad y fuerza emocional por Joanne Woodward en el papel principal.