Está bien si lo que buscas es una hora y media de nostalgia, expresiones de mal de amores y sentimentalismo pseudovienés. Si buscas sensibilidad y emoción razonable, ten cuidado con esta 'Letter' sobrescrita.
Es una de esas películas exóticas y escasas que puede ofrecer una sutil compensación a cualquiera que tenga la paciencia de sentarse con ella casi dos horas.
Un film interesante, irónico y paradójico, tremendamente divertido en algunas partes, sentimental en otras, a veces lento y dedicado a una idea inusualmente seria y sobria.
La película de Hitchcock avanza de manera paulatina hasta culminar en un inesperado sobresalto que, aunque melodramático al estilo clásico, resulta efectivo. Las explicaciones que presenta parecen más bien una burla de un director que ha utilizado este recurso en sus obras anteriores. Como resultado, el desenlace se siente un tanto insípido.
Un guión tenso y sofisticado de Casey Robinson, acompañado de actuaciones profesionales, transforma esta película en una ficción entretenida y de calidad.
Aunque este espectáculo de compasión puede no ser del gusto de los que desconfían de la agitación social y la empatía fácil, hay que decir Richardson hace una presentación espléndida.
Ofrece una mirada penetrante a los corazones de los hombres sencillos y, gracias a mostrar que de la debilidad humana proviene cierta nobleza, es mucho más gratificante que una alabanza heroica.