Aunque el género de terror se llenará de historias como estas, este capítulo no tiene la suficiente garra. Todas las ideas están a medio desarrollar, y no tiene la fuerza que hubiésemos deseado que tuviese.
'When We First Met' resulta demasiado inofensiva para causar malestar. Se torna sorprendentemente monótona, a pesar de los esfuerzos de Adam Devine por hacernos reír.
La película avanza en momentos, especialmente gracias a su fotografía y montaje dinámicos. Sin embargo, le falta la espontaneidad e ingenio necesarios, ya que se adhiere a una fórmula que evita asumir riesgos.
Es difícil pasar por alto la excelencia del apartado técnico y las actuaciones, aunque los temas oscuros puedan no ser de tu agrado o la duración te parezca excesiva.
Sus dos excelentes actores jóvenes hacen lo que pueden para sostenerla, pero se ve debilitada por su ritmo lánguido, que parece diseñado para imitar la velocidad de la vida en Big Sky Country.
[Crítica 2ª temporada]: La primera temporada contaba con un estilo distintivo, pero carecía de la profundidad de la película de Bong, y este aspecto se mantiene en esta segunda entrega.
'The Cellar' es sorprendentemente deficiente en aspectos fundamentales del cine, como el ritmo, el encuadre, los personajes y la iluminación. La experiencia resulta profundamente frustrante.
No hay sustancia suficiente en esta película. El hecho de que se haya realizado durante la pandemia no significa que los espectadores deban sentirse mal al terminar de verla.
Un enfoque atmosférico de la historia de una casa encantada que se centra en el miedo y la presencia constante de la muerte, en lugar de recurrir a los clichés habituales del género.
'American Horror Story: Hotel' es caótica, poco centrada y a veces absurda, pero tiene una sorprendente autoconciencia y confianza. Además, es indudablemente más coherente en comparación con la disparatada 'Freak Show'.
La fotografía en 16 mm resulta atractiva y el joven reparto es encantador. Sin embargo, el ritmo es débil, lo que afecta considerablemente la experiencia, ya que una película con alrededor de una hora de contenido se prolonga al doble de su duración.
Un par de números musicales muy potentes consiguen que 'Wish' despegue tras un primer acto rocambolesco, pero el principal inconveniente es que la película resulta ser algo que la verdadera magia nunca puede ser: poco memorable.
Contiene parte de la imaginería visual más impresionante que haya producido nunca Disney, depositando a sus personajes en un mundo que parece clásico y nuevo al mismo tiempo.
Tiene tantos pequeños toques maravillosamente cómicos, incluyendo una gran referencia a 'Up', en la que trabajó McCarthy, que cuesta no disfrutarla paso a paso, escena por escena.