No alcanza el nivel de 'What We Do in the Shadows'. Funciona más como un pequeño adelanto que como una comedia completa. Aunque no te saciará del todo, su visualización sigue siendo gratificante.
Es una película que se centra en la complejidad de sus personajes, explorando sus temas de manera profunda y envolvente, reminiscentes de una gran novela americana.
Almodóvar mantiene su intensa fuerza dramática, guiando a sus actrices y actores en interpretaciones excepcionales a lo largo de unas brillantes trayectorias, mientras narra una historia cargada de auténtica emoción.
El tipo de estudio de personajes es fascinante y cuenta con una profundidad notable. Sin embargo, lo que realmente resalta en esta película es la impresionante actuación de Kieran Culkin.
La narrativa de este año se presenta como la más audaz, aunque en ocasiones cae en un guion sobrecargado y en decisiones cinematográficas algo arrogantes. Aun así, nunca resulta monótona.
Es una película entretenida y ligera, con momentos en los que su locura desbordante brilla gracias a la ambiciosa dirección y al compromiso del elenco para seguir esa visión.
Una película muy inteligente que atrae a los espectadores con su concepto ingenioso y poderosos personajes, presentando un tipo de combustible de pesadilla que haría sentir orgulloso a Clive Barker.
La carencia de profundidad en la historia podría ser perdonable si se tratara de una película de terror efectiva. Sin embargo, no es el caso. La edición y la violencia carecen de creatividad, la tensión y el suspense brillan por su ausencia, y los personajes son irrelevantes.
La nueva fuga no logra alcanzar la brillantez caótica de la original y resulta algo monótona. No obstante, cuando la serie se abraza a su esencia, muestra un rendimiento superior al de muchas continuaciones recientes.
Hay un gran atractivo en esta película, que con una premisa simple como '¡Vamos a matar a unos fascistas!', logra mantener el interés de principio a fin.
Es tentador pensar que se disfruta más al desconectar el intelecto, y creo que se podría haber creado una versión más impactante con diálogos más claros y una atmósfera de claustrofobia más intensa.
Morano muestra inseguridad en la dirección al depender demasiado de artificios cinematográficos y narrativos, lo que afecta la autenticidad de las emociones en la obra.
'Electric Dreams' presenta altibajos, sin embargo, los aciertos son más significativos que los errores. En general, la serie vale la pena, sobre todo si aprecias la obra de Philip K. Dick.