Hace mucho que no soy capaz de emocionarme. Sin embargo, anoche noté como la humedad invadía mis párpados mientras veía en Movistar el documental 'Michael Robinson. Good, better, best'.
Garrone establece una atmósfera excepcional, manteniendo la atención del espectador y transmitiendo la adrenalina, el miedo y la angustia interna que experimenta el hombre común cuando se encuentra atrapado por una amenaza.
Mezcla de gran cine, la ha escrito y dirigido con inteligencia, complejidad, misterio, sentimiento y originalidad un Tornatore en permanente estado de gracia.
Última y tediosa ocurrencia de Manoel de Oliveira, su lenguaje que normalmente no revela nada se caracteriza por su estática, pero en esta ocasión ha llevado ese estilo al extremo.
Más de lo mismo, enigmas sin solución, delirios gratuitos, atmósfera identificable, sonidos y ruidos muy cuidados, personajes y situaciones esperpénticas, militar ausencia de lógica. Los adictos no se sentirán estafados.
Espléndida, Clooney presenta de manera clara y crítica ese inquietante mundo, evitando caer en la simplicidad del bien y el mal, lo que hace que la falta de moralidad que se muestra resulte totalmente creíble.
Un thriller que sigue la fórmula clásica y captura la esencia de las aventuras de Bourne. Es una historia intensa, con una atmósfera cautivadora y una ambientación excepcional.
Herzog, el inquietante maestro del documental, es coproductor de 'Red Army', lo que asegura un resultado interesante. La película cumple con las expectativas.
Partiendo de la base de que no me creo nada, reconozco que está rodada con audacia y originalidad; además, me mantiene entretenido y en ciertos momentos tiene un encanto particular.
Nicole Kidman es la única que realmente brilla en esta película, que se siente más pretenciosa que efectiva. Aunque 'Babygirl' no es una obra para ignorar, no logra sorprenderme ni en su narrativa ni en su estilo.