'Honey, I Shrunk the Kids' es una película dulce, directa y divertida que refleja perfectamente su título. Es una obra inocente, realizada con un estilo clásico.
Una comedia negra realmente divertida. Atraerá a un amplio público. Es una obra original y segura de sí misma que tiene el potencial de ganar reconocimiento.
Muchos triángulos amorosos son raros, pero con 'Amateur' Hal Hartley ha creado el más irresistiblemente extraño que se ha visto en la gran pantalla en mucho tiempo.
Aunque tiene una fotografía dramática, no alcanza el nivel de suspense ni la profundidad psicológica de una obra de Hitchcock. 'Suture' cuenta con poco contenido, pero lo expresa con elegancia.
El Sr. Hartley, junto a su director de fotografía Michael Spiller, ha conseguido crear una película que es notablemente más rica tanto visual como verbalmente, a pesar de contar con un presupuesto limitado.
Un trabajo tan inteligente y poderoso que evoca nuestras mejores emociones y nuestros impulsos menos civilizados y tan estéticamente brillante que expande sus propios límites.
Los critters tienen la apariencia de peluches de juguete y, lo que es más preocupante, no logran resultar graciosos. La película no asusta ni genera la risa que se espera.
Alice Englert encuentra hábilmente la línea entre la sátira y la sinceridad, burlándose de la falta de confiabilidad de la industria de la iluminación espiritual
Gene Hackman sobresale en su actuación, brindando una interpretación impresionante, pero incluso su talento no logra elevar el bajo nivel del intrigante misterio que resulta ser predecible.