El talento de John Boyega merece un proyecto de mayor calidad. Esta película falla en mantener su impulso narrativo, dejando una impresión de estar a punto de agotar su capacidad para contar una historia.
Una película sin fuerza puede encontrar redención en un gran desenlace, pero esta no logra hacerlo. Sin embargo, la escena final sorprende y llega al corazón.
Una comedia dramática de acción que se puede considerar prescindible, aunque logra ofrecer momentos de entretenimiento y risas, a pesar de su trama absurda.
La fuerza del guion radica en mostrar la realidad de Bunny, lo que nos lleva a cuestionar, al igual que los trabajadores sociales, si ella es una madre adecuada.