Una secuela que recuerda a los héroes científicos capaces y racionales de su predecesora. Parece que Hollywood podría recuperar por fin el sentido común y no seguir privilegiando la fuerza sobre la inteligencia y la pericia.
Garfield ya se ha recuperado de su depresión. Buenas noticias para Garfield, creo. Sin embargo, no es tan positivo para aquellos que esperan que su nueva película capture de alguna manera la esencia del felino misántropo original de Jim Davis.
Ofrece una crítica inteligente de las novatadas, los cánticos y las tradiciones de los chicos de colegio privado. Una comedia romántica tierna y satisfactoria.
No dice gran cosa sobre lo que significa ser un líder religioso a día de hoy, pero es capaz de sacar momentos interesantes de la austeridad y la tradición.
La trama se convierte en una manipulación emocional, afectando la autenticidad de la experiencia. Las escenas de carreras, que deberían ser emocionantes, fallan en generar adrenalina y no logran captar el interés del espectador.
Una mirada refrescante y detallada a las amistades tóxicas. Holliday Grainger y Alia Shawkat brillan en un film que trata a sus personajes con paciencia y generosidad.
Los directores son veteranos de la serie 'Planet Earth' de la BBC, lo que les brinda una experiencia considerable en la combinación de intimidad y grandeza, elementos que se han convertido en el estándar de estos documentales.
La última producción de Aardman Animations demuestra que un argumento sólido y un gran nivel de habilidad son lo que realmente cuenta, sin importar lo familiar que pueda ser el producto.
Se salva de la nefasta pedantería del biopic hollywoodiense gracias a una sonrisa. Se enciende, como una bombilla en un sótano oscuro, en el rostro de su estrella, Daisy Ridley.