De todos los actores presentes, solo Stewart actúa como si estuviera en una película seria. 'Billy Lynn' resulta ser una experiencia desgastante, no por su carga emocional, sino por la ausencia de cohesión.
El guion se limita a rozar las conexiones y emociones humanas. Se percibe como un conjunto de ideas para una narrativa sobre el luto que nunca logra ser creíble ni coherente.
Es una de las mejores películas de animación de Disney, tan oscura como 'Pinocho', inusualmente modesta y sombría. Tal vez sea la única que cuestiona con elegancia el status quo.
Cada viñeta sigue un patrón coherente y enriquecedor, por lo que todas poseen un peso similar, aunque el primer segmento de Danielle Darrieux es el que más perdura en la memoria.
Resulta demasiado complicado de ejecutar para Tom George y Mark Chappell, que recurren a torpes flashbacks y a inútiles secuencias de pantalla dividida sin encontrar nunca el tono adecuado para su película.
Sorrentino presenta sus recuerdos de una forma ineludiblemente inerte y superficial. El director observa repetidamente, pero nunca logra percibir nada en profundidad.
Demasiadas baladas vintage y escasos sustos de asesinos enmascarados. La película, aunque entretenida, se queda a medio camino en la entrega del terror esperado.
Una obra de época con un diseño atractivo y un guion de Emma Thompson que intenta dramatizar el infeliz matrimonio de Ruskin con una mujer más joven, presentándolo como un cuento de hadas feminista.
Una mirada ágil y honesta a una vida literaria legendaria. Didion es conocida por su concisión, y la duración del documental se alinea perfectamente con esa característica.
Este catastrófico biopic parece una versión en plan comedia de sketches de una película mala sobre una cantante legendaria. Una película irritantemente amateur.