Lo que podría dar pie a un retrato más de bicho raro, celebración manufacturada de la anormalidad o incluso mirada morbosa hacia el bullying, flanquea con elegancia esos registros junto a la explotación del dolor y la violencia.
Una gran película que no logra salir a la luz y queda enclaustrada por la indecisión del autor. La protagonista nos gana desde el principio con su noble propósito, pero hace falta algo más para echarse al monte.
El seguimiento de varios cazadores en un safari africano sin identificar impactará a los espíritus más inocentes, pero la bala no dejará herida de salida.
Si Ryan Binaco escribió este guion como un homenaje a su madre, no hay mayor reconocimiento que haber dado una esencia tan humana a cada elemento de la historia.
La labor de Cooper en su debut como director es impresionante. Sin embargo, tras un inicio prometedor, la narración comienza a desinflarse y se adentra en clichés poco originales. A pesar de esto, el impacto inicial ya se ha logrado.
Será un clásico teen por la energía narrativa con la que disuelve lo burdo y previsible en el candor del relato LGBTI. Comedia ‘coming of age’ y ‘coming out’ con corazón y ritmo britpop.
Cada plano de 'First Cow' está repleto de capas de interpretación, invitando a una observación calmada y a una sensibilidad hacia los ritmos del agua. Es una lección magistral de sensibilidad en el cine y una reflexión sobre la teoría económica.
Su visión del intercambio dialéctico invita al optimismo. Más verbosa que elocuente, logra el milagro conciliador de presentar una visión de la política municipal que podría agradar tanto a Leslie Knope como a Ron Swanson.
Es buena pero te ríes: James Franco presenta un conmovedor 'bromance' de 'The Room' y al mismo tiempo celebra el impulso creativo por encima del talento.
La saga mantiene una única norma: no hay que respetar ninguna cuando se trata de alcanzar el máximo nivel de diversión cinética. Misión cumplida, de manera destacada.