Tan exhaustivo y sustancioso como uno espera. Su efectividad se debe al profundo análisis que realiza de su escritura, examinando casi cada texto en detalle.
Seis episodios de media hora que alternan momentos de gran percepción con otros de marcada introspección, en ocasiones presentan innovaciones artísticas y en otras se muestran más convencionales.
Este último intento de ofrecer una descripción reveladora, aunque autorizada, de la vida de Christopher Wallace padece, sin llegar a ser devastador, de la incapacidad para mitificar o humanizar al hombre de una manera superior a cómo él se presentó a sí mismo.
La película se siente apresurada, carece de profundidad y es bastante inofensiva. Ofrece información superficial, rara vez sorprende y, a pesar de lo que sugiere el título, resulta poco provocativa.
El uso del lenguaje visual típico de la telebasura, con reconstrucciones poco sólidas, un montaje frenético y una banda sonora excesivamente emotiva, resulta en dos horas de contenido que no logra superar esas expectativas.
Debo confesar que para mí es un formato que no funciona con consistencia, porque rompe las diferencias entre documental y docudrama escrito, y no desarrolla los puntos fuertes de ninguno.
'The Crown' es un drama de época muy bien logrado, ya que la fascinación de Morgan siempre ha sido explorar el proceso y el conflicto entre individuos e instituciones.
La primera hora de la película ofrece un ágil retrato de los riesgos asociados con la política legislativa, el pragmatismo en el ámbito político y la ambición altruista. Sin embargo, en su segunda hora, 'All the Way' se transforma en una entrada de Wikipedia careciendo de profundidad.
Cuanto más en serio te la tomas, menos satisfactoria resulta. Aunque no te interesen los detalles de lo que hacen los personajes, ellos logran ser convincentes.
Su localización es única y sus estrellas garantizan un cierto interés, pero con su decepcionante protagonista, producción y ambición de la narración, la llegada de Crackle en este mercado promete mucho, pero ofrece poco.
Da la sensación de que la serie ha empezado a ser algo que los creadores Murphy y Brad Falchuk han dejado de lado. El primer capítulo no es nada aterrador ni impactante.
No es lo suficientemente buena para recomendársela a alguien que empieza de cero, pero tiene un ritmo ágil y tiene un toque familiar para los fans de este mundo narrativo.
Posee potencial, pero aún no logra cautivar por completo. Se trata de un remake que presenta una visión muy definida. Sin embargo, el episodio piloto está lleno de giros predecibles y actuaciones insípidas.