Parece poco probable que vaya a acelerar las pulsaciones de los espectadores. Se necesita algo más que a Shannon, Waterson y Evans para que esta historia cobre vida.
El tono funciona gracias a las sutiles actuaciones del reparto no profesional de Weinstein, que parece que trabajan de acuerdo a un guion de la vida real que se saben bien.
No será una película que elijas por su estilo, a menos que aprecies una estética áspera. Sin embargo, la trama está llena de detalles intrigantes que resultan cautivadores.