Un esfuerzo digno que no logra cumplir con la grandeza de su famosa reputación, aunque es imposible no reconocer el estilo visual vanguardista de Craven.
Sus impresionantes interpretaciones aseguran que la atención se mantenga, aunque es complicado pasar por alto ciertos momentos realmente absurdos del guion que crea Giglio.
Un thriller que se lanza directamente al formato doméstico, resultando confuso y decepcionante, lo que eventualmente genera una sensación de cansancio.
No cabe duda que su sobrecargado argumento contribuye en gran medida al hundimiento de la película. Sin embargo, es cierto que se beneficia del buen papel de Seagal como un protagonista incorruptible.
Queda claro de inmediato que 'Dead Bang', escrita por Robert Foster y dirigida por John Frankenheimer, no busca reinventar la rueda en cuanto a su narrativa.
Esta secuela se queda corta en comparación con la primera, que es considerablemente mejor. Aunque no es un desastre total, carece de la originalidad y intensidad que caracterizaban a su predecesora.