Un híbrido de horror psicológico y atmósferico que toma muestras de un montón de géneros sin comprometerse totalmente con ninguno de ellos. Donde falla la película es en su intento de conducir esta oscura fantasía a la fría luz de la lógica.
Un thriller sobrenatural que ofrece una gran tensión y actuaciones destacadas. Esta película representa un retorno excepcional a la intrigante ciencia ficción destinada a un público adulto.
A pesar de que los aficionados a la obra del director puedan apreciar su estilo pausado, la película se siente excesivamente extensa y pierde su atractivo tras un inicio prometedor, transformando el enigma en un enfoque más emocional.
Desde el inicio de 'Presence', se siente una emocionante confianza, gracias al toque maestro de Steven Soderbergh, quien establece un firme control de la narrativa en los primeros minutos.
Obstinadamente plana, es una creación extraña y discordante. Las diferentes sensibilidades involucradas rara vez se mezclan y las canciones rara vez encienden mucho sentimiento.
Un alegato persuasivo y muy entretenido de que la evolución de la comedia queer está inextricablemente ligada a la evolución más amplia de la representación.
Con una escritura más accesible, 'Secret Headquarters' podría haber transmitido emociones auténticas. Sin embargo, al final, la película se siente como un esfuerzo mediocre que no logra destacar.
El amor entre un adinerado abogado israelí gay y un estudiante palestino en apuros sirve para examinar las duras realidades de ambas comunidades en el matizado drama de Michael Mayer.
La película presenta un estilo ágil y potente que logra generar momentos de suspense emocionante, aunque se ve afectada por el guion simplista de Alberto Marini.
Una alucinante disección de la virilidad. Las fascinantes interpretaciones de Jessie Buckley y de un Rory Kinnear muy camaleónico hacen que esta obra destaque en un género poco convencional.
La trama del protagonista carece de originalidad para sostener la tensión a lo largo de la película; sin embargo, la entrega actoral de Hammer logra captar el interés del espectador.
Una historia de iniciación con un enfoque único. La habilidad visual de Bergholm y su destreza para manejar el tono se complementan con el minucioso trabajo de los actores.
Apoyándose en la implacable mirada de alerta de Rosina y en la actuación totalmente internalizada de Bentancur, Garibaldi ofrece una contemplación sutil del deseo femenino juvenil y el empoderamiento subversivo.
Los hermanos Dardenne, expertos en retratar la intimidad de forma directa, añaden una nueva perspectiva a su notable trabajo al explorar la dura realidad social.
Impactante y cautivadora, divertida y surrealista, arrebatada y fortalecedora, esta es una película de sorprendente intensidad y cambios de tono sinuosos envueltos en una sólida coherencia de la visión.