Por ahora los problemas de credibilidad no importan demasiado porque estamos más interesados en los personajes, que quizás no sean del todo creíbles, pero que están bien documentados de la obra maestra de Hitchcock de 1960.
Los dos episodios disponibles colocan las piezas en su lugar con eficiencia. La serie fue creada por Rene Balcer, cuyo equipo de guionistas realiza un excelente trabajo para que todo se sienta auténtico.
Un documental significativo. Una sofisticada carta de amor de Apatow a su amigo y mentor. La película está repleta de observaciones perspicaces sobre la figura de Shandling.
Informativo, pero no demasiado bien hecho. A veces Kidel logra aprovechar los clips de distintas películas de Grant, pero en otras ocasiones parece perder completamente el rumbo.
El guión de Morgan es magistral, mostrando un profundidad, unos matices y un sentido del detalle para tejer esta historia consistente y agudo, pero quizás aún es más loable su habilidad para permitir que el público llegue a su propia comprensión de los personajes.
Es posible que una interpretación aceptable podría haber remendado algunas de las cavernosas inconsistencias en la caracterización de Zelda, pero el trabajo de Ricci es abominable.
Kelli Garner logra interpretar a Monroe de manera convincente en varios momentos de la vida de la estrella, y en otros lo hace excepcionalmente bien. Sin embargo, su actuación no brilla en los momentos más críticos, ya que le faltan los matices necesarios para transmitir la complejidad del personaje.
Su ritmo no convence y hay cambios de escena que resultan demasiado abruptos. Sin embargo, Bassett demuestra habilidad al dirigir a los actores, algo crucial cuando el guión carece de inspiración.
La serie es tan penetrantemente cínica y, por cierto, brillantemente divertida, que tiene el potencial de hacer que cualquier espectador sienta que su vida no es tan mala después de todo.
Wolf no sabe cómo manejar a sus personajes mientras esperan un fuego, como si sus historias personales debieran ser el centro de su nueva serie. Podrían serlo, si no estuvieran sacadas de un libro lleno de clichés.
'American Horror Story: Coven' incrementa la tontería hasta un punto divertido con una historia ambientada en una escuela de Nueva Orleans para jóvenes brujas.
'Érase una vez' es al mismo tiempo familiar y lo suficientemente inteligente para atraer a espectadores de todas las edades y niveles de sofisticación.
"Angie Tribeca" logra acertar en todos sus aspectos, presentando un guión incisivo y una atención meticulosa a los detalles, además de contar con interpretaciones excepcionales de Jones, MacArthur y Burns, junto con un sólido elenco secundario y una dirección destacada.
El problema radica en que las guionistas, es decir, el reparto, no tienen claridad sobre cuál debe ser el arco general de la historia. Sin ese elemento esencial, el potencial de la serie se desmorona tras el primer episodio.