Tom Hardy es un efectivo Mad Max que no hace que se eche de menos a Mel Gibson, y la verdadera sorpresa es la imponente dama del camino interpretada por Charlize Theron.
Berry es un director excepcional en la dirección de actores. Además, imprime un estilo único en sus escenas de acción, que se vuelven explosivas y están marcadas por un uso impactante de la violencia, con momentos sorprendentemente adecuados.
Las escenas del robo destacan en esta película entretenida, que cuenta con un elenco excepcional, incluyendo a Michael Caine. Sin embargo, se siente que dedica excesivo tiempo a entrelazar tramas del pasado.
Es divertida hasta lo vertiginoso, está muy bien filmada, y tiene uno de esos scores formidables de Brian Tyler que sigue sonando en la cabeza del espectador mucho después de terminada la proyección.
Villanos como el que compone Jamie Foxx le roban protagonismo al Hombre araña del flojo Andrew Garfield, en una secuela demasiado larga y que sólo de tanto en tanto ofrece alguna escena formidable en medio del aburrimiento.
Aunque hay momentos entretenidos y impresionantes en 'Wolverine inmortal', el filme presenta también pausas innecesarias y secuencias poco claras. Es recomendable que los seguidores de Marvel no se marchen del cine antes de que finalicen los créditos.
Entendiendo que el conjunto es bastante mediano, cada tanto incluye gags graciosos, apoyados, sobre todo, por la actuación de Kathryn Hahn como la más desmadrada del club.
Perturbadora como pocas, empieza un poco lenta y pretenciosamente, y va armando de a poco un clima terrorífico cada vez más fuerte, para culminar en una media hora final increíblemente cruel.
Es un potente thriller de Adrián Caetano, que cuenta con la actuación destacada de Florencia Raggi. Tanto el inicio como el desenlace están bien conseguidos, lo que compensa las inconsistencias que se presentan en la parte intermedia.
A pesar de las astucias de estos realizadores, quienes han conseguido que Warner se interese en el proyecto, hay elementos positivos, como el humor sutil y la inteligente utilización del sonido, que probablemente fue una de las partes más costosas de la película.
El agitado movimiento de la cámara es más molesto que en las anteriores entregas de la saga. Aunque se presentan algunos momentos aterradores interesantes, la mayoría de estos ocurren hacia el final.
Hay varios detalles en contra, empezando por algunas inconsistencias en el ritmo narrativo y varios otros recursos visuales que parecen destinados a que la imagen básicamente distraiga y reste verosimilitud al conjunto.