Las escenas más agradables parecen haber sido creadas en piloto automático, y la sobreabundancia de efectos visuales típicos de la animación digital y el 3D a menudo se siente impuesta, sin lograr integrarse completamente con el resto de la obra.
Todo lo que tiene que ver con los escenarios, las naves espaciales y las espectaculares -y bastante fuertes- batallas entre humanos y aliens no tiene desperdicio.
La historia se caracteriza por su humor negro y momentos de intenso dramatismo. Está magníficamente filmada, con sorpresivas explosiones de violencia que la complementan. En general, este conjunto sugiere que el 2018 comenzará con un excelente cine negro.
Si bien la historia es atrapante, el ritmo a veces varía demasiado. La directora Marialy Rivas tiene un estilo personal que da lugar a imágenes formidables.
El tono general se asemeja al de un culebrón, caracterizado por una música tenue y un clímax que se intensifica hacia las escenas de abuso, lo cual en realidad carece de sentido.
Rachel Weisz no es demasiado creíble como la policía dura. Sintetizando, por más importante que sea el tema a denunciar, la película no lo hace demasiado bien.
La mayor cualidad de esta adaptación de un best seller es su capacidad de ofrecer todo lo que se espera de un thriller, con un estilo narrativo que no es exactamente el mismo al que nos tiene acostumbrados Hollywood.
Más allá de sus logros, se parece demasiado a sus trabajos previos , casi como si el director no pudiera ni olvidar ni perdonar a los fantasmas que lo obsesionan.
Hay muchos amores de todo género, drogas, aborto y otros tópicos tratados con naturalidad, y a veces bastante gracia, aunque al director le gusta cargar un poco las tintas en los momentos más angustiosos.
El guión recorre los caminos del caso, incluyendo los intentos de rehabilitación, los pequeños triunfos logrados por la sobriedad y las eventuales recaídas, sin lograr comprometer del todo en esta historia al espectador.
La primera mitad de 'Cada día' promete algo brillante, pero cuando las cosas podrían ponerse intensas, el guión abrocha todo de la manera más liviana y convencional.
El guión pierde el rumbo con excesos lamentables y presenta explicaciones que, desde el principio, resultan evidentes. Como película de terror adolescente, tenía el potencial de ofrecer algo más.
Dura 3 excesivas horas, pero está bien filmada y actuada y la idea de contar una historia de crecimiento a lo largo de 12 años con los mismos actores es realmente original.