El guión pierde el rumbo con excesos lamentables y presenta explicaciones que, desde el principio, resultan evidentes. Como película de terror adolescente, tenía el potencial de ofrecer algo más.
Dura 3 excesivas horas, pero está bien filmada y actuada y la idea de contar una historia de crecimiento a lo largo de 12 años con los mismos actores es realmente original.
Uno de los puntos fuertes es el estilo fluido y nada pretencioso impuesto por los codirectores Faxon y Rash, apoyados en una estética ascética, exacta para la historia a narrar.
Con atractivos guiños al género fantástico, elementos propios del terror y, sobre todo, buenos gags, 'Mi novio es un zombie' es eficaz como comedia de terror adolescente.
La incorrección política no llega al nivel de la saga '¿Qué pasó ayer?'. Además, la película carece de un elenco capaz de interpretar gags que no dependan completamente de lo físico.
Las buenas actuaciones, entre ellas la de Emma Watson, y un par de formidables escenas en un cine sostienen en parte el interés de una película que presenta numerosos altibajos.
Cuenta con destacadas actuaciones y, a pesar de su estilo de cámaras en constante movimiento, ofrece buenas imágenes y una fotografía atractiva. La película podría haber alcanzado un mayor potencial si no fuese por la incesante movilidad de la cámara.
Una especie de ejercicio de estilo en descontroles de todo tipo, que tiene a su favor un corrosivo y constante sentido del humor, imágenes formidables y una banda de sonido sin desperdicio.
Una formidable película de ciencia ficción escrita y dirigida por el creador de 'Lost', J.J. Abrams, que trae de regreso al Spielberg productor que en los 80 potenciaba al máximo nivel el trabajo de otros directores.
La trama incoherente de 'Luna de miel en familia' le permite algunos momentos graciosos a Drew Barrymore, el principal apoyo del humor y los gags más o menos eficaces que tiene el film.