Casi no hay una trama o una idea narrativa que sustente lo que se presenta; se trata más bien de una sucesión de clips musicales con personas bailando, saltando a la piscina, chicas despojándose de su ropa y diversos objetos quebrados.
A mí me pareció bastante realista y efectiva, excesivamente cruda en algunos puntos pero bastante a tono con el personaje, su mundo y sus deseos. Se recomienda, sí, un curso acelerado en slang chileno.
Las fans actuales de las chicas Disney se preguntarán qué sucedió con sus puras heroínas, mientras que aquellas que han superado esa etapa transformarán SPRING BREAKERS en una película de culto.
Se presenta como densa y llena de metáforas, incluso podría considerarse alegórica, pero al mismo tiempo se sabotaje a sí misma. Al igual que la adolescente protagonista, no tiene claro qué desea ni hacia dónde se dirige.
Es un sensible encuentro con estos personajes y su relación en un verano que, de alguna manera, se presenta idílico, casi paradisíaco, como si la película fuera un álbum de fotografías (o un video) familiar.