El filme de Lezaic se destaca por su retrato profundo y, aunque sugiere la posibilidad de un cambio al final, nunca menosprecia la forma de vida de sus protagonistas.
Una comedia romántica sencilla y luminosa en la que, como sucede en buena parte de los films de Rohmer, los personajes ponen en palabras muchos de sus sentimientos, racionalizándolos.
Pasa de escenas de un extraño policial a un sensible drama humano, sin que ambas se contradigan. Iriarte presenta lo que podría describirse como un collage genealógico, geográfico y, si se quiere, genérico.
Al final esta película filmada en Corea por el director japonés no es otra cosa que un sensible y por momentos encantador drama sobre la posibilidad de encontrar impensadas familias cuando uno menos se lo espera.
Chou experimenta con estilos, idiomas y diversas narrativas sobre la vida de Freddie a lo largo de las dos horas de 'Regreso a Seúl'. Sin embargo, el hilo conductor de la película es la inusual inconsistencia de su personaje.
Adquiere potencia y tensión hacia el final, gracias a secuencias hábilmente elaboradas que crean nerviosismo y suspenso. Es un filme de suspenso aceptable, aunque bastante convencional.
Esta potente e impactante película del realizador chileno se aleja bastante del resto de su filmografía, al menos en cuestiones estéticas. Se mueve más por escenas de impacto que por lo que parece ser una narrativa clara.
La niña es lo mejor del filme, aportando a la historia tensión y momentos emocionales. Sin embargo, el guion, con diálogos evidentes y situaciones forzadas, no logra estar a la altura de su conflictiva situación.
Una verdadera revelación: una “memoir” humana y sensible que refleja las dificultades y placeres de la niñez como pocas películas recientes lo han logrado hacer.
Muchos la clasifican como una película menor de los Dardenne, pero cada vez siento que no es así. En esta obra, parece que los directores se adentran en un terreno más amable y esperanzador.