La película concluye una trilogía que se siente poco impactante y casi olvidable. Parece que con todo el material disponible se podría haber realizado una sola película sin que se perdiera mucho en el proceso.
Es una película de momentos, algunos muy bellos y originales, pero parece ser una película solo de epifanías y momentos 'especiales' que empiezan a volverse en exceso repetitivos.
Confusa en sus inicios, de a poco la película va uniendo a sus diferentes protagonistas y situaciones para terminar de armar este drama de fin de la inocencia y de descubrimientos de todo tipo.
Casi no hay una trama o una idea narrativa que sustente lo que se presenta; se trata más bien de una sucesión de clips musicales con personas bailando, saltando a la piscina, chicas despojándose de su ropa y diversos objetos quebrados.
A mí me pareció bastante realista y efectiva, excesivamente cruda en algunos puntos pero bastante a tono con el personaje, su mundo y sus deseos. Se recomienda, sí, un curso acelerado en slang chileno.
Las fans actuales de las chicas Disney se preguntarán qué sucedió con sus puras heroínas, mientras que aquellas que han superado esa etapa transformarán SPRING BREAKERS en una película de culto.