Un trabajo que, por un lado, rinde homenaje al cine surrealista inicial del director y, por otro, presagia el estilo único que más tarde desarrollaría David Lynch.
En el mejor de los casos, 'Inside' presenta una buena edición. Sin embargo, en su aspecto más desfavorable, se convierte en un análisis del caos adaptado para el público estadounidense.
Bienvenido al fascinante universo de Wong, donde la homofobia y las situaciones extremas como ser partido por la mitad se convierten en motivos de celebración.
El intento de mantener el momento de 'lo tengo' en la historia reduce la profundidad de Josie como personaje, lo que provoca que Turner se confunda en su desarrollo.
Lo que podría haber sido algo poético se torna en un melodrama superficial. A medida que avanza, la película se adhiere cada vez más a fórmulas sentimentales, desvirtuando su potencial original.
Las interacciones humanas de la película no son tan interesantes como la destreza de Cameron en la dirección de la acción y su uso del espacio no alienígena.