Si enseñaran esto en la escuela de cine, la clase podría llamarse 'El arte de alimentar el ego y criticar a la mujer a través de una estética trillada'.
La Francia de Carné es un lugar poético e ideal para un realista, una entrada al reino de los sueños donde las leyes humanas se convierten en simples errores judiciales. El amor, por su parte, se presenta como una experiencia tan dolorosa que solo se puede disfrutar en el instante.
Las breves narraciones bíblicas son interpretaciones distorsionadas que reflejan cómo la fe se ve afectada por las ansiedades y los conflictos que surgen en el contexto del cristianismo posmoderno.
El lirismo de la película es sorprendentemente encantador, aunque lejos de ser demasiado sentimental. Su narrativa parece surgir de la mente de un niño, llenando la pantalla de fantasía y dulzura.
Davis tiene una asombrosa capacidad para transmitir un fuerte sentido del pasado, mientras que logra colocar las emociones de sus personajes mediante una cuidadosa atención a la puesta en escena.
'Life of Oharu' representa el Santo Grial del cine japonés. Su genialidad se manifiesta en la habilidad de Mizoguchi para despojar a Oharu de sus capas externas, exponiendo así el alma herida que se encuentra en su interior.
Es embriagador ver al Padre Paul dar sus sermones. Sin embargo, con el paso del tiempo, la serie parece manipular al espectador antes de llevarnos a un acto final desgarrador.