En el mejor de los casos, 'Inside' presenta una buena edición. Sin embargo, en su aspecto más desfavorable, se convierte en un análisis del caos adaptado para el público estadounidense.
Bienvenido al fascinante universo de Wong, donde la homofobia y las situaciones extremas como ser partido por la mitad se convierten en motivos de celebración.
Es una obra que, aunque a menudo es controvertida y puede resultar irreverente, se apoya eficazmente en la actuación de los personajes secundarios, demostrando que no se toma demasiado en serio a sí misma.
Su imprevisible y fascinante final resulta auténtico y no exagera el dilema moral de Evian. Es elegante, pero su enfoque reducido lo convierte en algo poco memorable.
Este híbrido entre noir y ciencia ficción se asemeja a un brillante infocomercial y avanza con la misma agitación que una bulliciosa presentación de PowerPoint.
La primera media hora es una hiriente violación acústica. Una vez baja el volumen y deja de insistir con sus ideas, Mangold aborda un típico romance de manera bastante efectiva.
Es una obra maestra de armonía creativa, a pesar de la ausencia del humor negro que solía aliviar la seriedad de las denuncias anteriores de Mungiu sobre la vida bajo la opresión patriarcal.