El rostro inmóvil de Parton impide que realice lo más fundamental en la actuación: transmitir emociones. Sin embargo, Latifah brilla al asumir el protagonismo con su combinación de elegancia y profundidad.
Mackenzie se sumerge tanto en su idea que descuida la realización de una película cohesiva. La atmósfera que logra crear se siente intensa y envolvente, aunque no logra compensar la falta de desarrollo en la historia.
Si buscas un entretenimiento vacacional, este es el lugar donde encontrarlo. Son 98 minutos con un montón de gente guapa deambulando románticamente por Nueva York y compartiendo grandes momentos.
La mayoría de historias sobre crímenes se conforman simplemente con ser, regodeándose en su propia violencia de base. Pero el feroz debut de David Michôd se separa del género, encontrando una razón para la locura que lo impulsa.
A pesar de su impresionante calidad visual, el primer film de Declan Donnellan y Nick Ormerod carece de un núcleo sólido, presentando a un protagonista que resulta completamente insípido.
Una película familiar meticulosamente elaborada se convierte en una respuesta ante el entretenimiento vacío y centrado en los derechos de autor. Lograr un resultado tan extravagante requiere un gran esfuerzo, y ese esfuerzo realmente vale la pena.
Tiene muchas cosas que funcionan, desde el reparto hasta el diseño de producción, pero tendrás que ver la serie británica original para llenar los huecos que deja.
Statham transmite una energía casi nula, lo que hace que las secuencias de combate resulten casi tan estáticas como un juego. Sus diálogos son planos y su cinismo carece de la mordacidad que alguna vez tuvo.
A la vez épico e íntimo, este apasionado drama samurái es para cualquiera que alguna vez haya visto una película y murmurado: 'Ya no las hacen como antes'.