La truculencia morbosa de 'Rimini', con su erótica eurotrash, abre paso a la oscura turbiedad de 'Sparta', conformando un sórdido díptico en busca de los fantasmas del nazismo.
La película se atasca a veces en sus subrayados y aunque el rabioso silencio del personaje de Frances McDormand sobrecoge, se echa en falta más recorrido para su reprimida voz. Con todo, Sarah Polley es valiente.
Resulta estéril por un indigesto exceso de grandilocuencia. Se enreda en una puesta en escena cuya crudeza sobre las secuelas de la violación se presenta con una retórica simplona y gratuita, lo que termina eclipsando las mejores intenciones de la película.
Si solo fuese una película de venganza, un ojo por ojo dedicado a las manadas que se divierten violando a una mujer, no llegaría a ser la película admirable que es. Es algo más que todo lo que anuncia ser.
Magnífica película. En 'The Assistant' se abordan diversos tipos de violaciones, y la directora, con un respetuoso enfoque hacia las verdaderas víctimas, deja la parte más impactante a la imaginación del espectador.
Una película que, aunque decae por momentos, se sostiene, entre otras razones, por presentar un cuadro familiar y social en el que la alimentación y el sobrepeso también forman parte de la brecha de clase.
Notable debut de la británica Molly Manning Walker. En ese contexto de sexo y turismo hooligan que la directora describe tan bien se pone en evidencia la inconfesable incomodidad del personaje central.
La comedia loca, absurda y feminista del año es todo lo irreverente, inteligente y divertida que 'Barbie' no logra ser. Repleta de diálogos mordaces y brillantes, alcanza esa difícil épica de la comedia de instituto clásica.
El impresionante trabajo con los niños protagonistas y, especialmente, la forma en que se aborda el amor y la crueldad en la edad de la inocencia, convierten a 'Close' en un filme que generará una amplia conversación.
Una de las películas más duras y a la vez bellas que se han proyectado en el festival de San Sebastián 2022. Una road movie que combina la crudeza con la poesía.
Un sugerente debut que se presenta como una estimulante sorpresa. Este filme es muy singular, destacando por el desempeño de tres actrices que desmantelan cualquier tentación esotérica.
Filme cuya confluencia de tonos resulta deslavazada y no siempre funciona. Suwa parece preguntarse por la búsqueda de una nueva identidad entre las ruinas. Algo que su bienintencionada película solo logra a medias.
Pese a que la trama resulta predecible al inicio, va generando tensión a medida que avanza y se centra en lo esencial. Su ambiente inquietante se apodera de la historia gracias a un planteamiento de terror clásico, cuyo desarrollo depende de la actuación de los dos protagonistas.
La ambición periodística del material filmado durante los últimos siete años sobre una mujer condenada por asesinato está muy por encima de su convencional resultado formal.
El drama entre padre e hijo no logra despegar. El conflicto entre Idris Elba y su progenitor se ve obstaculizado por la sencillez del guion, además de que el director no logra establecer un tono ni un enfoque adecuados.
Sin vocación realista y con una estética sensorial y naïf, la película solo revela momentos de crudeza esporádicos. Pareciera más interesada en el destello visual que en desarrollar una narrativa compleja.
Sorprendente ópera prima que aprovecha sus limitados recursos para transmitir un profundo sentimiento de orfandad y soledad, el cual va más allá de las fronteras mexicanas.
Una vez más Kore-eda logra transmitir una gran cantidad de emociones sin esfuerzo aparente. Su amor por los personajes es tan palpable que resulta imposible no emocionarse. A pesar de su tristeza, la película se siente reconfortante.
Sombrío y tenso ‘thriller’. Sin gestos grandilocuentes y con una banda sonora de intensos ruidos ambientales, la película nos sumerge en un paisaje físico y mental solitario con diálogos escasos.