Tiene un reparto extremadamente atractivo y trabajador. Una película de pequeños momentos gratificantes que suelen ser hilarantes y estar cargados de un erotismo sano.
Combina de forma muy satisfactoria las convenciones de varios géneros, dando como resultado una película coherente que es a la vez un drama urbano, una película deportiva, un relato familiar y, sobre todo, un dulce romance.
En parte comedia, en parte drama familiar, en parte romance, en parte misterio y aventura, aunque no logra satisfacer plenamente en ninguno de estos aspectos.
Un maratón de efectos destructivos y personajes típicos que alterna entre momentos de adrenalina y payasadas flojas, con muchos momentos malos entre medias.
Una película sorprendente con unos valores de producción superlativos. Arriesgada no solo en su diseño, sino también en su narrativa, que combina sátira y terror, aderezada con abundantes dosis de sexo y violencia macabra.
Cada uno de sus talentosos actores tiene algunos buenos momentos, pero al final, ninguno se puede elevar por encima de las limitaciones del material y la realización.
Una obra lograda que logra elevarse por encima de sus aspectos convencionales. Sin embargo, el guion de Lem Dobbs resulta poco sólido y no está a la altura de las expectativas que genera.
La diversión que Schlesinger y su equipo de talentosos actores experimentaron en esta producción es palpable; la película mantiene un ritmo constante, sin momentos de tranquilidad o aburrimiento.