El primer trabajo de Sean Penn como director en una década es un fracaso total. Se trata de un arrogante intento de expresar las adversidades de los olvidados, disfrazado de una romántica trama que resulta estridente y poco convincente.
Aunque está elaborada con habilidad, la película no logra ir más allá de lo debido, alimentando básicamente la misma charla de sobremesa que los acontecimientos ya han inspirado anteriormente.
Se dispara en el pie constantemente. El guion presenta una crisis de identidad continua: independientemente de la credibilidad de sus giros, recurre al didacticismo y la inverosimilitud.
La película carece de revelaciones profundas, pero sus cualidades más destacadas —desorganizada, efímera y algo lasciva— reflejan los rasgos del encantador trabajo de Callahan.
Una variación emocional y terrenal de 'Amour', además del trabajo más sensible y accesible de un director al que rara vez le ajustan estos calificativos.
Un sentido homenaje a la película original. Por desgracia, la obsesión de Lelouch con el legado de esta historia implica que el argumento a veces resulta un viaje de nostalgia edulcorada.
La mejor película sobre crimen de Scorsese desde 'Goodfellas', y un ejemplo puro y desenfrenado de lo que ha hecho a esta voz cinematográfica ser inconfundible durante casi 50 años.
Destaca cuando evoca la emoción que transmiten las carreras y resulta lo suficientemente convincente en esos momentos como para demostrar que nada supera la incertidumbre que produce una competición.
Difusa, pero cautivadora. Reichardt brilla al conectar la belleza natural con la compleja relación que tenemos con la humanidad; 'First Cow' otorga a este concepto una resonancia atemporal.
Heller se distingue por ser capaz de sacar el lado más emotivo de temas rocosos, inyectando detalles inteligentes y perspicaces en un material que podría haber caído fácilmente en el sentimentalismo.
El tono de Stearns transita entre la melancolía y lo macabro. "The Art of Self-Defense" no logra un equilibrio constante, pero su ambición la hace valiosa y su desenfado resulta gratificante.
Una propuesta madura elevada por la brillante actuación de Woodard, que merece todos los premios posibles. Chukwu mantiene un control impresionante del material.
La adaptación que Johnson ha realizado sobre la influyente novela no es perfecta, pero potencia los temas más importantes de la obra gracias a una cinematografía realmente poderosa.