Ferrara, autoindulgente y complaciente con su propio material, solo ofrece un filme escandaloso. Lo de un "buen" filme escandaloso quedó atrás en su filmografía.
Una hermosa animación, que rinde tributo al arte del cómic, es parte del encanto de una muy recomendable aventura con amplio sentido familiar. Asombrosa, la verdad.
Ingenio y aventura naive hacen de este filme un placer culpable, pero es, sobre todo, una rareza que solo la libertad del cine de arte puede engendrar.
El ritmo y montaje que Gómez-Rejon presenta son dignos de aplauso. Su manejo de la cámara y el dominio escénico fluyen sobre el cliché, pero luego logran elevarlo, transformando lo que parece predecible en una experiencia sensible y sorprendente.
Un producto decepcionante que promete burlarse de los clichés y lugares comunes de este tipo de historias, pero no lo logra. La parodia y el humor no están lo suficientemente acentuados, y la trama cae en la previsibilidad.
Interesante y provocador filme que para nada sigue la lógica del cine erótico de consumo efímero, este es un estudio serio y complejo de lo que pasa cuando improbablemente una joven decide ir contra lo establecido.
Quizás el misterio y la atención se diluyen a causa de un engolosinamiento por la sobre-información del caso y una violencia dura arbitraria. Pero a pesar de eso, 'Zulu' tiene un vigor y un pulso narrativo admirable.
Este remake funciona, pero en una frecuencia menor que su original, porque Burger imprime una cuota más dramática que el desparpajo risueño de la versión francesa. Claro, son maneras de contar distintas, pero esta adaptación gringa emociona.
En un punto, el rol de De Niro es dueño de todas las respuestas, y un talento con su leyenda se merece una película que le sepa hacer las preguntas adecuadas.
'Ted 2' es un juguete que ha perdido su energía. Su creador no logró comprender que para revitalizarlo no se necesitan más bromas escatológicas ni gags aislados.
Absurdamente graciosa, esta es una celebración y a la vez una crítica velada pero inofensiva de la hoguera de vanidades que es Hollywood, y funciona más(...) como un resorte cómico de creatividad sin restricciones.
Usar comedia está bien, no es pecado, todo lo contrario, como género es de los más difíciles. Pero dejar en la zona liviandad talentos como estos puede que sí sea un pecado.