La película de Richard Linklater resonó en el inconsciente colectivo de millones de espectadores a nivel mundial, convirtiéndose en un emblema para una generación que asocia el concepto de viaje no solo con el turismo, sino también con el romance y la pasión.
Esta serie no busca revolucionar nada, sino acumular todas las voces involucradas en el aventura para ofrecer un relato que combina elementos de Cenicienta con los tópicos de una fábula deportiva.
Con una trama más cercana a las de James Bond y "Misión Imposible" que al tono festivo y exagerado de las entregas anteriores, "RyF9" intenta tomar un rumbo diferente. Sin embargo, parece carecer de claridad sobre la dirección que quiere seguir.
El resultado deja un sabor amargo. Fernando opera también como una movida de marketing destinada a acrecentar la imagen pública de un protagonista presentado como un tipo simpático y extraordinario, sin dobleces.
Se sirve de todos y cada uno de los lugares comunes de las fábulas deportivas. El guión no escatima en golpes de efecto ni en desgracias para su protagonista.
La sexta parte de la saga de los ladrones motorizados, a la que aparentemente todavía le queda nafta en el tanque, no tiene lugar para la sutileza, lo complejo o lo sofisticado, sino que todo es puramente superficial, ruidoso, fibroso, visual y palpable.
Una película tensa, atrapante e incómoda, una despiadada reflexión sobre los vínculos interpersonales bajo los mandatos de un régimen laboral que no da respiro.
Es un viaje que, aunque caótico en algunos momentos, especialmente al inicio donde todo parece desordenado, logra mantener su encanto y la frescura de las pequeñas historias. El resultado es ameno y divertido.
Favreau, figura del cine independiente tanto como del mainstream, propone aquí una comedia que recuerda a 'Ratatouille', pero con manteca, carne, panceta y queso en lugar de verduritas.
Una de las sorpresas recientes en materia de series de Netflix es esta inquietante, provocadora y fascinante creación de la reconocida actriz Amanda Peet junto a su socia Annie Julia Wyman.
El resultado es un filme que resulta más interesante en su premisa, la cual no aporta nada realmente novedoso, que en su desarrollo. Poehler, una comediante talentosa, merecía un guion de mayor calidad.
El renacimiento de Nicolas Cage alcanza uno de sus puntos más altos con la nominación al Globo de Oro 2024 por 'Dream Scenario', una película que podría haber salido de la mente de Charlie Kaufman, Spike Jonze o Michel Gondry.
La película de Eklund intenta abarcar múltiples aspectos, pero resulta en una falta de profundidad. Se queda en la superficie de todos ellos y no logra definir su identidad.
Rodriguez combina géneros con tal entusiasmo que el relato se convierte en una auténtica montaña rusa de eventos. Además, demuestra una notable creatividad al llevar la iconografía vampírica a un contexto contemporáneo.
Prolijísima en sus rubros técnicos, amenaza con ser una revalidación feminista obvia y subrayada. Sin embargo, en su segunda mitad, se transforma en una exploración de encierro psicológico y opresión, pero se aligera con toques de humor.
El director y guionista ha elegido un tono macabramente festivo para contar su historia. Y se permite hacer uso de los recursos más variados para conseguir que su segunda película resulte un entretenimiento digno.
Fonzi captura con precisión el pulso actual de las relaciones humanas. Esta película, con sus diálogos agudos y pulidos, refleja de manera demasiado directa la realidad de la vida cotidiana.