La reconstrucción de la hazaña bélica, tan bien escenificada, se ve afectada por el énfasis en resaltar el heroísmo y, aún más, la eficiencia de los soldados norteamericanos.
Documental contemplativo sobre las apariencias y el desarrollo de especies pintorescas y coloridas que se adaptan a su entorno. Además, revela mundos desconocidos desde la perspectiva de un turista de las profundidades.
Los recursos del cine de catástrofes, las artes marciales espectaculares y el terror con maquillajes impactantes se agrupan de manera desordenada y, en ocasiones, confusa, con los elementos del drama de clonaciones.
El guion presenta una mezcla de episodios y personajes que se extiende más allá de lo razonable, ofreciendo un pretexto para escenas repetitivas. Además, el humor en ciertos diálogos resulta ser bastante inmaduro.
La iconografía y el argumento reflejan claramente la negativa influencia de la animación japonesa, marcada por un humor infantil y un intento de construir una fábula moralizante a partir de una premisa del Patito Feo que ya ha perdido su frescura.
En la línea de anteriores obras, como 'Los mundos de Coraline' y 'El alucinante mundo de Norman', Travis Knight asume también el rol de director y reafirma su lugar como uno de los más destacados y originales talentos del cine de animación en Hollywood.
La comedia se basa, como es habitual, en los constantes golpes. Lo más destacado es la inclusión de brillantes parodias del musical protagonizadas por la ardilla.
Actores como juguetes, en una fantasía que resulta demasiado ingenua para los adultos y demasiado patética para los niños. Es un entretenimiento que deja la sensación de que podría haber sido, o incluso es, mucho más divertido, especialmente como un videojuego.
La película presenta una historia de superación típica de Estados Unidos, en la que brillan las interpretaciones de los adolescentes, así como las de Julia Roberts e Izabela Vidovic, quienes interpretan a la madre y la hermana. Una trama conmovedora que refleja luchas y triunfos familiares.
Una farsa lógicamente lamentable. Su planteamiento carece de originalidad. Lo mejor: El reparto, adecuado con la excepción de un Owen Wilson menos gracioso que nunca.
Transmite hostigamiento e incomodidad con recursos eficaces, aunque demasiado fáciles. El drama, supuestamente basado en hechos reales, presenta una inverosimilitud creciente.