Una variante del clásico tropo del fugitivo en la serie negra y la inevitabilidad del destino. Las exageraciones y situaciones poco creíbles restan fuerza a las intenciones dramáticas, humorísticas y realistas de la obra.
Se valora la honestidad del proyecto, sin embargo, la visión detrás de este remake no está clara, ya que carece de impacto visual y no cuenta con actuaciones destacadas.
Película poco común que explora temas de medicina y antropología, combinando elementos de comedia y drama. Aunque aborda sus temas con seriedad, termina recurriendo a lugares comunes.
No hay imágenes ni diálogos divertidos, todo se fía a la comicidad personal de Fernando Tejero, el protagonista absoluto. Lo mejor: la amabilidad del cuadro costumbrista.
El uso excesivo de convenciones se vuelve extremo. En su faceta de comedia, mezcla la diversión con la simplicidad. En el ámbito del melodrama, confunde la emoción con la sensiblería.
El tema recurrente se siente algo forzado. Sin embargo, el aspecto menos fuerte del drama se ve equilibrado por la sobriedad y expresividad de Emma Thompson, así como por la meticulosa creación de ambientes.
La trama se mantiene interesante, pero las explicaciones no logran ser del todo convincentes a medida que avanza. Comienza con fuertes emociones, aunque la credulidad puede verse afectada.
Lo más interesante es Lucía, interpretada por Paz Vega, quien brilla en el papel que Medem le ofrece. Su actuación es desinhibida, transmitiendo una auténtica naturalidad, en contraste con otros personajes y actores que parecen perderse en situaciones complicadas.
La película presenta una estética visual cuidada, con una dirección artística destacable y paisajes atractivos. Sin embargo, carece de originalidad y no define claramente el género al que pretende dirigirse.
El relato conecta de manera hábil los distintos episodios. Sin embargo, en esta película con un tono sentimental, no se aprecia el talento de la novelista.
Su breve duración y su bajo presupuesto son las cualidades de una historia que se prestaba al sensacionalismo. Lo mejor: la narración casi documental sobre las condiciones de vida de un puesto fronterizo.