Los dos primeros tercios de la película son cautivantes. Sin embargo, en un momento dado, el guion toma un giro típico del manual de fórmulas de Hollywood, llenándose de enseñanzas, diálogos que pretenden esclarecer, reflexiones edificantes y corrección política.
Los problemas surgen cuando profundizamos más allá de lo visual. Todo resulta bastante predecible, ya que los guionistas temieron que nos quedáramos afuera y, por ello, el relato se torna molesto, explicativo hasta el agotamiento, lo que afecta el clima de tensión que se intenta generar.
Si bien 'La venganza de Salazar' no ofrece mucho en términos de originalidad, asegura un buen rato de entretenimiento gracias a su guión aceptable, la inconfundible gracia de Jack Sparrow (interpretado por Johnny Depp) y un formidable antagonista, magistralmente interpretado por el experto en villanos Javier Bardem.
La historia de Juan Carlos Copes y María Nieves Rego, que abarcó más de cuarenta años, posee elementos cinematográficos y realmente merecía un documental que le rindiera homenaje. La cámara logra captar la esencia del baile, ese sentimiento que Copes y Nieves llevaron a su máxima expresión.
Con constantes diálogos explicativos, la película mantiene un tono didáctico que ayuda a que no nos perdamos en los pasillos de las instituciones norteamericanas, facilitando así la transmisión de su mensaje propagandístico sin interferencias.
La película incluye algunos guiños a íconos del género, como 'Scream', y presenta chistes relacionados con la música de los años 80. Sin embargo, el resto es lo habitual: persecuciones, gritos y abundantes escenas de sangre que carecen de sentido.
Con eficacia, la película describe la voracidad de una sociedad ávida de ídolos, enferma de patrioterismo y capaz de convertir absolutamente cualquier cosa en mercancía.
El principal desafío de la película radica en sus aspectos técnicos, que complican la comprensión. Sin embargo, la calidad técnica logra mitigar en cierta medida estos problemas narrativos. Además, es un punto a favor que el heroísmo no esté tan sobreactuado como suele ocurrir en este tipo de producciones.
Lo que salva a esta película de convertirse en una historia más de superación típica de Hollywood es su característico sentido del humor británico. Los clichés épicos, aunque presentes, no logran empañar este interesante recorrido por el mundo de la lucha.
Este prodigio de la animación podría ser solo una curiosidad o un producto exclusivo para los aficionados a la pintura si no estuviera respaldado por un guión sólido. Este aspecto permite que la película se mantenga por sí misma.
Es un documental de especial interés para gente de cine, porque más que ahondar en la biografía del director, profundiza -quizá demasiado- en detalles técnicos de sus rodajes.
He aquí una producción de presupuesto limitado, pero utilizada al máximo. La gran virtud de la película radica en que, aunque no es excesivamente original, resulta más sugestiva que explícita.
Tiene por lo menos dos fortalezas. Por un lado, el elenco: difícil encontrar mejores intérpretes que Jack Black y Cate Blanchett para esa pareja dispareja de magos. (...) Por otro, la imaginería visual.