La pareja formada por Torrente y Blanco es el punto destacado de la película. Existe una evidente química entre ellos, y sobre esta base se desarrolla 'Cuando dejes de quererme'.
Estas conversaciones, que parecen simples a primera vista, adquieren una profundidad que las eleva por encima de quienes participan, abordando así temas universales sin perder un tono ligero.
Algunos diálogos resultan excesivamente claros. Sin embargo, la conexión de años entre el director y los actores equilibra esta grandilocuencia, otorgando a los personajes una humanidad tangible.