Este filme, orientado a un público joven, resulta ser una producción convencional, con una historia poco convincente y actuaciones que carecen de fuerza.
Su audacia se manifiesta más en lo verbal que en lo visual. Lo más destacado es Andrea Frigerio, quien reafirma su habilidad actoral como una madre liberada y negadora, tal como demostró en 'El ciudadano ilustre'.
La historia se cuenta de una manera muy realista, similar a un documental, y presenta de forma efectiva los desafíos que enfrentan las personas desempleadas después de los 40 años.
La historia sirve como pretexto para exhibir milongas, orquestas y bailarines. Sin embargo, el enfoque parece estar destinado a un público internacional, lo que afecta la autenticidad de la experiencia.
La historia en sí no es nada fuera de lo común, pero su tono alegre la hace efectiva. Sin embargo, lo que realmente destaca es su contenido cursi y melodramático, donde se crean coincidencias forzadas para conectar a los personajes.
Historia simple, con numerosos intentos evidentes por emocionarnos y una serie de lecciones superficiales. El guion está lleno de frases clichés y también presenta una espiritualidad poco convincente.
Audiard demuestra su calidad como director. Es reconocido como uno de los cineastas más destacados de Francia en la actualidad, y es probable que efectivamente lo sea.
Registro de un aséptico documental de observación que dejará a cargo del espectador no sólo la tarea de sacar conclusiones, sino también la de encontrar algún tipo de progresión dramática y descifrar las emociones de este impávido joven.
Aunque resulta entretenida y presenta un villano interesante, la trama podría no ser la más destacada. El mayor atractivo radica en su aspecto visual. Algunos personajes humanos, junto con la mayoría de los dragones, son encantadores. Además, los paisajes que exploran son simplemente deslumbrantes.
El término “comedia de enredos” puede parecer obsoleto, pero eso no significa que no se pueda crear una versión efectiva. Sin embargo, 'Sólo para dos' no logra eso, ya que presenta situaciones forzadas que se han visto en muchas otras ocasiones.
Las interacciones entre los personajes resultan artificiales y los diálogos, aunque pretenden ser ingeniosos, evidencian que son solo una excusa para avanzar hacia la acción sin más.