Ecléctica y enérgica, esta obra se escapa de las etiquetas tradicionales. Combina elementos de un thriller criminal, una historia romántica, un cuento de hadas y una reflexión sincera sobre algunos aspectos decadentes de la cultura estadounidense.
Una de las obras más emotivas de Bergman, destacada por su profundidad y calidez. Cada personaje está meticulosamente desarrollado, reflejando un sincero aprecio por la naturaleza y la juventud. La actuación de Sjöström es profundamente conmovedora.
Las actuaciones son realmente sólidas. Sin embargo, el enfoque pseudorrealista y caótico de Friedkin no se alinea con el montaje diseñado para generar suspense e impacto.
La belleza auténtica de las exquisitas composiciones de Ozu y su expresivo uso del sonido te dan todo lo que necesitas saber sobre los personajes, sus emociones y sus relaciones.
Una serie de maravillosas bromas incoherentes. Las absurdas nuevas políticas del Partido Revolucionario son toda una reflexión sobre la corrupción del poder.
Si alguna vez se consideró la cumbre del cine artístico e intelectualmente sofisticado, ahora se presenta como un reflejo de la frialdad emocional, distante y excesivamente analizado.
La dirección logra crear un ambiente tenso, sin embargo, el débil guion y la exagerada actuación del sacerdote interpretado por Steiger destruyen el escaso suspense que podría haberse mantenido.
Una adaptación fascinante de la obra de HG Wells. Rains, con su voz nítida y sutilezas en la interpretación, tuvo la fortuna de destacarse, lo que lo llevó a convertirse en una estrella.