Podría decirse que la esencia del documental habría encajado mejor con un montaje más cuidadoso. No obstante, se trata de un relato principalmente atractivo.
La película presenta actuaciones notables, especialmente por parte de los actores que encarnan a los personajes somalíes. Sin embargo, no logra ser tan encantadora como pretendería.
La película de Salvador busca transmitir un mensaje fundamental al espectador. Si estás dispuesto a aceptar su perspectiva de buena fe, es probable que logres captar lo que intenta comunicar.
Como director, orquesta el vaivén entre Farrell y Gleeson con la maestría de alguien que aprecia a estos intérpretes tanto como el público exigente. Muy buen espectáculo en general.
Damon está excelente en el tipo de papel en el que sobresale. Los diálogos están llenos de ocurrencias ingeniosas y las secuencias de carreras son impresionantes.
No solo es insensata, sino que además resulta completamente grotesca. Es una celebración vulgar y perezosa de la estupidez del hombre blanco estadounidense.
A pesar de las pésimas circunstancias y acontecimientos que representa, el sencillo e ilimitado afecto de la película hacia sus personajes principales le da a 'Parched' un tono a menudo optimista.
Rohmer poseía una notable habilidad para utilizar las cambiantes preferencias de los jóvenes como un trampolín para hacer observaciones filosóficas inteligentes, sin caer en la opresión.