Gemma Arterton, Mbatha-Raw y los actores infantiles proporcionan un compromiso e integridad notables a sus personajes, lo que incita a la audiencia no solo a resistir, sino a involucrarse profundamente para que ellos también lo hagan.
Es una película meticulosamente elaborada. La sensibilidad para los antiplaceres que posee Alverson puede parecer visionaria para muchos, pero para mí resulta tediosa y pedante.
Al igual que 'Kaguya', funciona como una consideración muy sensible y empática de la situación de la mujer en la sociedad japonesa, pero también es una obra de arte impresionante por sí misma.
Hace muchas cosas bien. O casi bien. Pero en última instancia, no lo suficientemente bien. Las habilidades técnicas de Stevenson no le salvan de ofrecer un aspecto muy manido.
La química entre los actores logra eclipsar los momentos en que el diálogo resulta excesivamente detallado. Es, sin duda, una de las obras más elaboradas de su carrera.
Es lo suficientemente impresionante para ganarse la admiración de un espectador imparcial. Aunque no gustará a los que no estén nada interesados en el jiu-jitsu.