Glenn Kenny

Posee momentos visualmente impactantes, pero no logra brindar satisfacción ante la abundancia de violencia y el desenlace decepcionante.

Esta película carece por completo de la intención de entretener o de ofrecer una propuesta artística genuina.

Henson aborda de manera profunda el dilema moral que enfrenta Mary. Su capacidad para transmitir emociones a través de sus ojos y su lenguaje corporal se adapta perfectamente al personaje, aunque el guion no le brinda suficientes recursos para desarrollar su potencial.

La dirección de Dowling es efectiva, pero recurre a todos los clichés que se pueden encontrar en una película de noventa minutos.

Muchos misterios, pocas emociones. Las escenificaciones parecen forzadas y la química entre los personajes es inexistente.

No sólo no logra ser una buena adaptación, sino que su contenido resulta monótono y poco sorprendente.

Los dos hermanos son realmente encantadores, destacando por su inteligencia y su habilidad para expresarse.

Este material narrativo genuinamente desconcertante pone los nervios a flor de piel, y el reparto no renuncia a la autenticidad emocional.

Una mirada interesante, aunque algo reciclada y académica, hacia el cine vanguardista.