Un ejemplo acabado de "film de calidad", tan apolillado y discretamente correcto en cada uno de los pasajes de la cansina cinta dirigida por el veterano René Féret.
El film de Juárez se apoya en una estética televisiva caracterizada por planos medios y primeros planos. Sin embargo, su discurso se transmite de manera superficial, recordando más a un radioteatro que a una representación cinematográfica de los próceres.
Una película amable, siniestra y reaccionaria en dosis similares: un típico ejemplo de comedia multirracial e ideológica camuflada por un falso progresismo, tan clásico y francés al mismo tiempo.
Un empate salomónico entre la original y clásica puesta en escena del director y las imposiciones actuales del mercado y, tal vez, las de un productor sólo preocupado porque en su película se acumule la mayor cantidad de cadáveres sin extremidades. En ese ambiguo lugar se ubica el film.
Película de historia épica y cuento de hadas que no aporta nada innovador a los aficionados del género. Carece de originalidad, ya que incluye brujos, vampiros y hechiceros sin ofrecer una nueva perspectiva.
El director esquiva los lugares comunes con destreza, enfocándose en la profunda emoción que transmiten las imágenes finales, sin recurrir a golpes bajos. Es una ópera prima valiosa gracias a sus limitadas pretensiones.
Cuando finaliza 'El rostro', la sensación es a la vez extraña y placentera: el río y la selva, como metáforas, se transforman en un concepto infinito, dejando el deseo de que la película continúe sin interrupción.
En manos de Resnais, las convenciones narrativas, aún pautadas por la levedad que enmascara el tema de la película, pronto se destruyen para que el film no se transforme en otra esquemática historia de amor.
Una película de auténtica independencia, sin fórmulas y teñidas de una violencia que rememora al cine periférico norteamericano. Un gran logro de Jeremy Saulnier.
Es una película de climas, de planos extensos que no necesitan del movimiento frenético de la cámara, donde el tiempo parece suspenderse por los hábitos de una familia nada normal.
Una historia que se siente familiar, evocando la obra de Hitchcock en 'La soga', aunque no resulta del todo erróneo. Sin embargo, el maestro inglés también creó algunas películas que son consideradas menores.
Vale la pena, seguir conociendo las noticias sobre el tema, en una actualidad en permanente movimiento, como la misma historia que narra 'El vals de los inútiles', documental ficción (o viceversa) surgido del azar, a pura garra política y cinematográfica.
Acaso poco original por su oposición entre mayores y menores, pero bastante auténtica y genuina en la descripción de una etapa determinada de las vidas de cinco chicos que, por suerte, poca relación tienen con algunas criaturas de edades parecidas de la televisión local.
Escuela normal invita a la observación del detalle y a los primeros planos de los alumnos, quienes reflejan sorpresa y resignación. La serie juega con el ocultamiento de información antes de resaltar los elementos de su mensaje político y social.
La segunda parte de esta historia, que cuenta con un gran elenco, presenta signos de agotamiento. El guión resulta poco relevante y se transforma en un entretenimiento menor.
El nuevo film de Winogrand aborda una historia de amor forjada a partir de situaciones inesperadas y lugares comunes. La comedia se sustenta en las actuaciones, y los giros del guión giran en torno al personaje de la niña.