Benoit Magimel y Catherine Deneuve brindan interpretaciones sólidas y dedicadas. La película presenta una perspectiva refrescante al desafiar la narrativa convencional sobre el cáncer, aludiendo a que no se trata de una lucha que se pueda ganar o perder.
A pesar de ser conmovedora e inteligente, le falta más profundidad en su drama. La película se siente simple, con momentos cuidadosamente elaborados y algo artificiales, pero no logra transmitir una gran intensidad emocional.
No se puede considerar una obra original, sin embargo, es una película que resulta amena, ligera y con un toque maduro que la hace bastante entretenida.
Un guion estancado de Inés Bortagaray y Paloma Salas frena cualquier posibilidad más oscura y penetrante, al igual que le ocurre a la brillante y siempre valiente interpretación de Zulueta.
Considerando las circunstancias de su creación, 'No Other Land' podría haber sido impactante en un formato más crudo. Sin embargo, la dirección es cuidadosa y reflexiva.
'Claire’s Camera' ofrece un encantador estudio de personajes, retratando de manera hábil la sensación desconcertante que provoca el festival en aquellos que se quedan atrás, en esta ocasión centrado en dos mujeres brillantes y solitarias.
Es poco probable que la tercera participación consecutiva de Hong en la Berlinale altere la percepción que se tiene sobre él y su público. Sin embargo, sus seguidores más fieles y los distribuidores seguramente se mostrarán satisfechos nuevamente.
Scorsese puede que no haya estado en la dirección de este fascinante viaje a través de una filmografía esencial, pero su narración revela una profunda y personal devoción por el tema.
Una sátira muy divertida. Con una impactante actuación de Nabhaan Rizwan, el notable debut de Khalid aborda la crisis de identidad de un hombre desde múltiples dimensiones.
Un homenaje adecuadamente nostálgico a la singular voz humorística de Fillières. No obstante, como película, adolece de una estructura y energía ausente, careciendo de la perspicaz visión en el montaje que solo una directora puede imprimir en su creación.
Para quienes anhelan la tercera entrega de la saga Bridget Jones, esta divertida y ágil comedia de Ben Palmer brinda una agradable sensación de familiaridad.
La película de Gil se enfoca más en el intelecto que en lo emocional, debido a la falta de profundidad en sus personajes. El resultado es una obra curiosa, que destaca por su encanto e ingenio.
Aunque el filme intenta presentar una visión neutral sobre los matrimonios concertados, su relato en realidad critica la idea de que el amor pueda ser un mero contrato, enfatizando la superioridad del amor genuino.
Los devotos de Assayas apreciarán sus características estilísticas y la manera en que se hace referencia a sí mismo. Aquellos que no son aficionados a su obra pueden no encontrar razón para interesarse.
Este collage mantiene la calidad de su anterior entrega, presentando una nueva serie de miradas a diferentes vidas que resultan entretenidas, aunque carecen de profundidad.
Jessica Chastain brilla en una narrativa que carece de profundidad. El conjunto se siente más como un episodio inicial de una serie promedio que como una obra destinada al estrellato.