Es un estilo de 'pulp' inusual; combina una energía caótica con un sentido del humor que resulta entretenido, mientras que, sorprendentemente, mantiene una calma casi serena.
Durante unos breves instantes al inicio, esta reciente película de MGM resulta ser un auténtico placer. Sin embargo, pronto ese encantador leoncito deja de mostrar su energía.
Si el material se hubiera presentado con más insistencia, podría haber resultado insufrible, demasiado empalagoso y new-age. Sin embargo, su modestia es su principal virtud.
Los realizadores han hecho un hermoso trabajo preservando el chasquido satírico del original de Gibbons. Pero la verdadera alegría es ver a estos actores interpretar tan libre y exuberantemente.
DiCaprio ofrece una actuación audaz y libre como Rimbaud, mientras que Thewlis brilla al retratar la angustia de un artista cuya relevancia ha quedado atrás.
Es una especie de fantasía carcelaria, en la que la mayoría de los chicos más populares de la celda se lo pasan en grande fumando cigarrillos, arreglando coches y rociándose con pistolas de pintura.
Todo indica que la película podría proporcionar un clímax lleno de acción. Sin embargo, tanto su narrativa como su temática no alcanzan esa expectativa. Con el tiempo, se vuelve monótona y carente de originalidad.