Tiene la energía y la exuberancia de una comedia romántica clásica. El espíritu jovial de la película es contagioso 'Big' tiene una ternura cálida que es reconfortante.
La primera película no fue un entretenimiento de calidad, pero era ligera, compasiva e inofensiva. Aunque comparada con la secuela, podría ser una obra maestra.
Nichols está muy bien entonado con el natural surrealismo de un rodaje, pero cuando sale del show business y se centra en la relación entre madre e hija, la película falla.
Funciona a muchos niveles. Cuando resulta hilarante, la comedia tiene un toque tan oscuro que al verla sientes que estás drogado y te pilla por sorpresa. Después no sabes qué es lo que te ha golpeado.
Es un estilo de 'pulp' inusual; combina una energía caótica con un sentido del humor que resulta entretenido, mientras que, sorprendentemente, mantiene una calma casi serena.