El film de Breitman se desarrolla en dos tiempos: el pasado evocado como un paraíso perdido y el presente, que se siente como un purgatorio. Bajo la influencia del cine de Hitchcock, combina melodrama con una reflexión sobre las motivaciones detrás de su consumo.
En sus inicios, la película permite que los elementos melodramáticos emerjan naturalmente, pero hacia el final se recurre a un recurso emocional muy criticable, lo que deja una desagradable impresión.
El film de Samuel Maoz, veterano de guerra de Israel, reconstruye su propia historia en el frente del Líbano, en 1982. Todo transcurre el primer día del conflicto. Y los sonidos que transmite la película reemplazan la necesidad de las palabras.
Una experiencia pedagógica emocionante. Un film que destaca por su abundante diálogo y que se ha convertido, de manera sorpresiva, en la película más conocida de su director en España.
Frenkel crea un collage de fragmentos que, al ser ensamblados, forman un retrato donde inevitablemente faltan muchas piezas, reflejando la complejidad del personaje.
'Pandora' no introduce muchas innovaciones, sin embargo, logra mantener la tensión y ciertos momentos dramáticos logran tocar las fibras del espectador.
La conexión entre la habilidad del guion para retratar a los personajes y las interpretaciones de Carell y Fey es notable, mostrando su gran química en la pantalla.
Brac es el cineasta que más refleja el estilo de Rohmer en la actualidad. Al igual que el creador de "El rayo verde", parece crear un universo vibrante y luego se dedica a contemplarlo con deleite.
Wainraich, coguionista de la película, mezcla el estilo de humor deadpan, donde el comediante mantiene una expresión seria incluso en situaciones hilarantes, con una sensación de desgano que no logra conectar.
La trama de Tokio va más allá de un simple romance; se centra en un levante. La película está envuelta en una atmósfera densa y sombría, contrastando con el ligero optimismo que se pretendía transmitir.
En ciertas fantasías o sueños, hay una secuencia que muestra una tortura en la que el personaje se imagina levitando. Esto resta más de lo que aporta, ya que no encaja con el estilo hiperrealista de la narración.
Los guionistas intentan romper con la monotonía de los clichés a través de giros inesperados. Sin embargo, la película no utiliza estas inverosimilitudes como una forma de complicidad con el espectador, lo que la lleva a un ridículo que resulta poco divertido.
Escalante muestra similitudes con Haneke y Bruno Dumont, así como un vínculo con el influyente Robert Bresson. Su forma de abordar lo trágico, lo brutal y lo irreprimible es notable y se refleja en su estilo único.
La acción es intensa, pero el estilo de dirección, con sus múltiples cámaras y cortes rápidos, le quita su esencia física, transformándola en una experiencia más virtual que real.
Interpretada por Angelina Jolie, Evelyn Salt combina habilidades de McGyver, La Mujer Maravilla y El Hombre Araña. Es una agente de la CIA atrapada en una conspiración extrema que la película intensifica, desafiando constantemente los límites de la lógica.
El film, creado con una tristeza brillante en la Bretaña, cuenta la melancólica conexión entre un padre y la nueva docente de su hijo. Son los protagonistas de un melodrama donde el destino parece llevarlos a un inevitable desencuentro.
La protagonista enfrenta un pasado que pensaba superado y busca una reconciliación familiar. La directora aporta un enfoque documental, que se refleja en la forma de capturar los paisajes y en el uso de actrices no profesionales.
La noción de un agente catalizador que revela lo que estaba oculto en un sistema no es innovadora. En Human Factors, la inquietud se siente más difusa, lo que provoca una falta de la tensión y el peligro que caracteriza al mejor trabajo de Haneke.