Carece de la tensión propia de un verdadero thriller, ya que el personaje principal no consigue transmitir la complejidad de un psicópata, quedando como un simple individuo con problemas.
Con solo tres personajes y actuaciones sobresalientes, la película logra transmitir un tipo de terror que se aleja de los excesos habituales, causado por el surgimiento de un pasado que se prefiere mantener en la oscuridad.
'La cura siniestra' se extiende innecesariamente, lo que afecta su enfoque y cohesión. Es una pena, ya que su premisa ofrece múltiples capas y oportunidades para explorar el terror psicológico.
El protagonista representa la mayor debilidad de una película que, a pesar de ser bien intencionada y técnicamente correcta, resulta ser demasiado simple y predecible.
La película, cuya temática es más relevante que nunca, presenta un estilo austero que refleja su paisaje. Sin embargo, para el campesino que es el protagonista, las emociones y experiencias se sienten intensamente en su interior.
'A Perfectly Normal Family' se cuenta a través de la perspectiva de Emma, alter ego de la directora, lo cual es fundamental ya que es una decisión narrativa crucial.
La película no logra ser completamente satisfactoria. La conclusión se siente alargada, el tono a veces es demasiado serio y peca de incluir demasiadas desgracias. Sin embargo, presenta un estilo distintivo.
A mitad de la película, se produce un cambio drástico. Lo que antes era ambiguo se convierte en dicotómico, lo que estaba incompleto se revela, y la dualidad se simplifica a una clásica lucha por la supervivencia al estilo estadounidense.
El relato de 'Fuocoammare' es fragmentado, ya que el director opta por no conectar ambas realidades, llevándolas a coexistir sin interacción. Esta separación contribuye a que la película se sienta desequilibrada.
A diferencia de otras comedias de acción que hacen ingeniosos los momentos cotidianos, en esta película, los excesivos disparos y explosiones se presentan de manera convencional, y el humor resulta ser bastante complaciente.
La primera película del cineasta argentino residente en México es claramente autobiográfica y muestra el extenso y difícil camino hacia la madurez de Javi, el protagonista y narrador, que es el hermano menos destacado de un militante que ha desaparecido.
La tríada De la Serna-Marcheggiano-Yurcovich realiza un trabajo cinematográfico claro y preciso. No convierten a Burmeister en un héroe cotidiano; lo presentan como alguien que persigue su pasión y logra transmitirla a los demás.
El sincretismo que Emicida presenta trasciende la música. En un contexto como el de Bolsonaro, su arte y su mensaje adquieren una intensidad cada vez mayor.
La adaptación de Carrie Cracknell sorprende por su agilidad y frescura. A pesar de su enfoque contemporáneo, mantiene una autenticidad que la aleja de cualquier pretensión.
Se trata, en suma, de un film didáctico. Es un film torpe. Torpe por la obviedad de su planteo, por una toma de partido que quiere disimular sin éxito, por su remate también desbalanceado.
Esta película se aparta del cine independiente argentino contemporáneo. En lugar de seguir el estilo habitual, que es más desdramático y observacional, presenta una narrativa con una trama bien elaborada y eventos meticulosamente construidos.