Cumple con la premisa de resucitar el terror gótico con un despliegue visual ajustado, atravesando cada uno de los tips del género y resignificándolos en el presente.
Cierta pereza del director, o en todo caso, la imposibilidad por ir más allá de lo que se establece en el guión no permite que la película levante demasiado vuelo.
Con una precisión y un distanciamiento notables del melodrama que desarrolla, el film se asienta en el eco fantástico de la inolvidable Vértigo de Alfred Hitchcock.
Tanto la línea argumental centrada en los hermanitos mafiosos como la dedicada al matrimonio sin futuro, no logran el tiempo necesario para desarrollarse plenamente, a pesar de contar con un material interesante en términos narrativos para ambas historias.
Una película clásica en tanto el género biográfico debe prescindir de las aristas punzantes y concentrarse en el cometido original, esto es, el centro del relato es el personaje a retratar y nada ni nadie debe mancillar su brillante trayectoria.
La película es absolutamente disfrutable por un elenco al que se nota que la pasó fantástico jugando a retroceder en el tiempo para ser únicos, excéntricos y definitivamente ordinarios.
Con inteligencia y sensibilidad, el director Nicolás Gil Lavedra aborda la vida de Estela de Carlotto a partir de los momentos íntimo de una familia. Extraordinaria Susú Pecoraro.
Con una idea clara del mundo que quiere retratar, 'Le Skylab' tal vez sea demasiado ambiciosa, pero es luminosa y toca varias fibras sensibles, con humor y sin golpes bajos.
Buenas actuaciones, una puesta con pocas locaciones, lo que acentúa el carácter asfixiante de esa comunidad alejada de la ciudad y una justa dosis de humor que afloja el agobio, en una ópera prima calculada pero honesta.
Es una película extraña. Correcta en su embrionaria exposición y medianamente creíble por las decisiones que toma una mujer en situaciones límites, pero excedida en la construcción de un imaginario social que pide a gritos cuerpos perfectos.
Una búsqueda eficiente y rápida, que abunda en los lugares comunes, fuerza el verosímil y precipita un final convencional que desmerece el buen timing del resto del relato.
La cuarta entrega de la saga continúa en la misma línea que sus antecesoras, ofreciendo abundantes dosis de humor negro, asesinatos de adolescentes y diálogos ingeniosos. Además, incluye referencias a otras películas y presenta nuevas reglas que le aportan un aire contemporáneo.
La película se deleita en las excursiones antropológicas hacia esa región desconocida del país, mientras que explora de manera ingeniosa un fenómeno que, gracias a la literatura popular y un cine de calidad, se vuelve irresistible para el público global.
Aunque el elenco cumple con su papel, Hopkins destaca ampliamente, utilizando una variedad de recursos que elevan la película. Sin embargo, debido a las vacilaciones en la dirección, la obra no logra alcanzar todo su potencial.
El moderado atractivo del film radica en el recorrido del hombre común que se enfrenta a circunstancias extraordinarias, con el aliciente adicional de observar a un actor de acción que se muestra contenido, coqueteando con el melodrama y revelando su vulnerabilidad como un personaje ordinario.