No logra ser una gran película; está repleta de buenas interpretaciones, de un trabajo impecable y de una cierta dosis de tristeza, pero nunca llega a tocar del todo la fibra sensible.
Escenas increíbles y canciones que han entrado en la cultura para siempre, su ritmo es extremadamente bueno y está interpretada con belleza. Uno de los mejores musicales jamás hechos.
Una película de guerra en la que nadie parece experimentar miedo, incertidumbre o angustia. Tras 'Saving Private Ryan' y 'Dunkirk', resulta sorprendente que todavía se produzcan filmes bélicos de esta manera.
A medias entre ser una película de animación, de cine negro y una bufonesca comedia. Es un ejemplo de sabiduría técnica que derrocha exuberancia, una auténtica maravilla.
Es una película policíaca de lo más divertida, con muchas risas, mucho estilo e interpretada con brío por un reparto de calidad. Además, confirma a Saoirse Ronan como una Diosa de la comedia.
A pesar de una imponente interpretación de Zellweger, no expone el corazón oscuro de los últimos años de Garland, creando un atractivo drama de backstage, pero sin meterse en la piel de su protagonista.
Joanna Hogg ofrece una magistral clase sobre cómo realizar una secuela: más profunda, más entretenida y más creativa que la anterior. Es una cineasta que se encuentra en el apogeo de su talento.