Buen ritmo en la historia, tradicional el tratamiento de los caracteres, pero el núcleo de la narración, el romance, luce poco apasionado, un tanto insípido y la poesía está ausente.
No todo resultó ser tan efectivo, ya que hay desequilibrios en la narrativa, diálogos que a menudo son excesivamente complejos para la naturaleza de las situaciones y algunos personajes que carecen de credibilidad.
A pesar de que la trama no sea innovadora, los actores, con su autenticidad y encanto, consiguen ganarse el corazón del público gracias a su sentido del humor.
El director Pascal Chaumeil realiza un excelente primer trabajo en el cine, utilizando recursos clásicos que, aunque son familiares, siguen siendo efectivos.
Este tipo de película suele atraer principalmente a las mujeres. Es una comedia familiar que incorpora elementos románticos, presentando un aire de elegancia, con una impecable actuación de Sarah Jessica Parker.
El filme no presenta sorpresas y los personajes son muy superficiales. Solo la presencia de Katherine Heigl y John Leguizamo, quienes son entrañables en sus roles, logra hacer la película un poco más llevadera.
Una historia sencilla y bien narrada, que explora las complejidades emocionales de un ser querido y cómo esto puede repercutir en las amigas y familiares.
La película narra el desarrollo personal de una mujer en medio de la transformación constante de China, destacando la belleza visual gracias a la fotografía de Eric Gautier.
La película cuenta con una estructura sólida y algunas subtramas evidentes. Sin embargo, a medida que avanza, se vuelve previsble y se adentra en lo que ya resulta familiar para el espectador.
Ceylan crea un retrato sociocultural en el que el ser humano, al inicio de su vida, se da cuenta de la diversidad de posibilidades que tiene, pero también enfrenta la dureza del mercado que complica su camino.
El filme de Fabrice Bracq adapta la popular novela de Clicquot de Mentque, pero opta por un enfoque caricaturesco en sus personajes. A lo largo de la historia, no logra superar los clichés y se enfrenta a reiteraciones que afectan el desarrollo narrativo.
La película es adecuada en su presentación visual y en su ejecución, aunque su desenlace resulta un tanto confuso. La dirección de Lecchi sigue un estilo sobrio y carece de excesos de acción.
Inspirándose en el estilo de los hermanos Dardenne, Senez desarrolla un drama humano que se aparta de los excesos y está impregnado de una sensibilidad única.