Esta realizadora independiente se destaca en el nuevo cine estadounidense gracias a su fluida narrativa, un guión sólido y bien definido, además de su firme control sobre el desarrollo de personajes y la acción. Su aporte es indudablemente significativo.
Vertiginosidad y excelente ritmo. Si la primera entrega te gustó, seguramente disfrutarás aún más de esta segunda parte. No ofrece mucho para reflexionar, se trata de pura emoción.
Es un buen momento para rememorar a íconos como Rambo y Terminator. Estos personajes, que con el tiempo se han vuelto más cálidos y sabios, muestran una autoconciencia que les permite reírse de sí mismos.
La película se caracteriza por su meticulosa atención al detalle, complementada con una poderosa banda sonora creada por la talentosa cellista islandesa Hildur Guonadottir.
Impecablemente narrada, no concreta sus iniciales promesas y ciertas incongruencias narrativas se disimulan con sus admirables desbordes kinéticos a lo James Bond.
La representación de un tema tan áspero como la trata requiere de personalidades fuertes que consigan el tono adecuado para crear una comparación efectiva, pero no todos consiguen lograrlo.
Una dosis sutil de suspenso, ya que los giros son predecibles, pero las escenas mantienen su credibilidad. En resumen, es una película perfecta para aquellos que disfrutan del terror sin ser demasiado exigentes.
La película "Mía" arranca de manera algo confusa, pero logra mantener un buen ritmo, aunque su desenlace puede resultar predecible. Sin embargo, lo que realmente atrapa al espectador son la exploración de los sentimientos y la profundidad emocional que transmite, en lugar de centrarse únicamente en la marginalidad y la discriminación.
Con un ritmo constante y una gran cantidad de escenas sangrientas, esta obra destaca por su manejo excepcional del sonido, su fotografía cautivadora y una hermosa canción que cierra la experiencia.
Buen ritmo en la historia, tradicional el tratamiento de los caracteres, pero el núcleo de la narración, el romance, luce poco apasionado, un tanto insípido y la poesía está ausente.
No todo resultó ser tan efectivo, ya que hay desequilibrios en la narrativa, diálogos que a menudo son excesivamente complejos para la naturaleza de las situaciones y algunos personajes que carecen de credibilidad.
A pesar de que la trama no sea innovadora, los actores, con su autenticidad y encanto, consiguen ganarse el corazón del público gracias a su sentido del humor.