Una película de gran aspecto visual, con un estupendo reparto: pero, cuando está ya todo dicho y hecho, la historia no lo remata. Es confusa, artificiosa y lo peor de todo, tiene un remate decepcionante.
Su ritmo pausado permite que la historia de las dos niñas se desarrolle de manera natural y, lo más relevante, que podamos observar el mundo a través de sus ojos.
Para los miembros de la asociación Calvary Chapel, es probable que sea un éxito cinematográfico. Para todos los demás, en el mejor de los casos es una pérdida de tiempo nocturna.
Aunque es posible verla como una comedia romántica tradicional con un trasfondo único, es más que eso. Es una sátira hábil e inteligente de la cultura americana.
Con algunos números musicales estupendos, un villano original, un guion inteligente e ingenioso y un romance adorable ofrece innumerables delicias durante sus 94 minutos de metraje.
Aunque se puede argumentar que el talento de Neeson, que alguna vez fue digno de admiración, se pierde en este tipo de proyectos, la película al menos brinda 90 minutos de entretenimiento en lugar de caer en el aburrimiento.
Efectiva en su puesta en escena, al introducir algunos de sus personajes y captando la atención de aquellos que adoren los dramas ásperos e inflexibles sobre corrupción policial y el lado oscuro de la naturaleza humana.
A pesar de ser considerada en términos generales una 'aventura', esta obra posee una profundidad y una riqueza que dejarían en ridículo a muchos dramas. Es una experiencia que debe ser vivida, incluso para aquellos que ya conocen toda la historia.
Cuando 'È stata la mano di Dio' llega a su fin, deja una sensación de fragilidad. No obstante, es un hermoso y, en ocasiones, emotivo reflejo de lo que significaba ser joven en los años 80.