Hay que acostumbrarse a este nivel de empatía equina, pero merece la pena. Puede que la película de Thompson sea preciosista, pero también es arrebatadoramente bonita y está llena de una pasión sorprendente.
Aquí los fundamentos sobrepasan lo excelente: animación preciosa y hecha con cuidado, varias canciones maravillosas y abundantes personajes divertidos por los lados, haciendo trucos de Disney infalibles.
Es tan elegantemente elaborada y reflexiva como lo permite el material, lo que equivale a decir que un viaje a la biblioteca se convierte en una parte esencial de la experiencia.
El guion sólido de Bergman recuerda que mucho de lo que comunicaba como director trasciende las palabras. Solo en contadas ocasiones permite que los temas profundos y las emociones genuinas se manifiesten.
'Maurice' exhibe un ritmo pausado que permite apreciar tanto los pequeños detalles como los elementos más significativos. La película no se apresura, pero tampoco se pierde en divagaciones.
La mezcla reservada de actuación y actitud que ofrece Pitt funciona con tanta perfección que es una pena que la superficialidad de la película se interponga en su camino.
El guion sólido de Bergman nos recuerda que gran parte de sus expresiones como director trascienden las palabras. Solo en raras ocasiones permite que los temas profundos y las emociones intensas se revelen.
Las escenas más violentas son tan brutales como triviales. Sin embargo, la película cuenta con tres protagonistas tan carismáticos que logran superar las carencias que presenta en determinados aspectos.
Se atreve a reírse en la cara de lo inimaginable, siendo una película sin pretensiones y enormemente agradable. Juega con la historia de una manera seria pero también traviesa.
Como muchas de las baladas de Webber y Tim Rice de la rock-ópera original, su falta de definición resulta tan molesta como habilidosa. Pese a que su clamoroso y recargado estilo sugiere otra cosa, es una obra muy difusa.
Una de las pocas cosas que deja claras este aburrido filme es que el Sr. Penn, desde su hilarante interpretación de un surfista colocado en 'Fast Times at Ridgemont High', ha estado muy sobrevalorado.