Aunque está lejos de ser una película perfecta, es coherente y muy conmovedora. Gracias, en gran parte, a la valiente interpretación de Streep, lanza un hechizo poderoso e ininterrumpido.
La experta y mesurada dirección del Sr. Kusturica es capaz de entrelazar todos estos elementos dispares en una película amable y conmovedora, llena de humanidad y humor.
Una obra profunda y engañosa que marca el punto más alto de la carrera de Eastwood como director hasta el momento. Butch está magníficamente interpretado por Costner, con una dureza y pasión inesperadas.
Pese a lo idiosincrásico que suele ser el trabajo de Cronenberg, la película es a veces demasiado simple y ambigua. No obstante, sus imágenes sobre la naturaleza humana llevada al extremo no han perdido la capacidad de impactar.
Camus captura tanto la dureza como la riqueza que caracterizan a las vidas de estos trabajadores. 'The Holy Innocents' está interpretada con un estilo plano y totalmente convincente.
Aparte de los increíbles efectos visuales de la deslumbrante y elegante 'Casino' de Martin Scorsese, es la visión de la gente corriente lo que causa mayor impresión.
Una tragedia personal y una súplica para utilizar la razón, la impactante y cautivadora película de Sheridan logra desarrollarse en estas dos vertientes.
La mayoría de las secuelas son meramente opcionales. Sin embargo, 'El Padrino. Parte III' se siente inevitable, lo que la convierte en una obra irresistible.
Es lo suficientemente buena como para merecer su propia secuela. Según los estandartes del cine de terror actual, y al igual que su predecesora, es un ejemplo a seguir. Es ágil y tiene un estilo propio.
Una película tentadora, pero evanescente. Auster se mueve fácilmente entre lo abstracto y lo cotidiano y tiene los actores adecuados para seguirle el paso.