Gavras aporta una seriedad tonal que contrasta con el enfoque satírico del tema, invitándote a reflexionar sobre su relevancia mientras exploras las diversas facetas del racismo.
Podría haber cambiado fácilmente a un drama serio carente de intriga o convertirse en una caricatura exagerada. La capacidad de equilibrar ambas posibilidades es algo que no se debe subestimar.
Aporta una profunda dualidad al drama vital. La estructuración de la película desde el punto de vista de Ana nos da la oportunidad de ver en primera fila los horrores que rodean a este pueblo.
Los componentes de este enigma se ven afectados por un desenlace que carece de profundidad, ya que la película prioriza su formato sobre el aspecto emocional de la trama.
Es una comedia que resulta divertida para disfrutar mientras se está bajo los efectos de alguna sustancia, a pesar de abordar dilemas filosóficos y contar con elementos de ciencia ficción.
El guion de Iliff y la dirección de Hughes no ofrecen elementos novedosos, sin embargo, brindan a los actores la libertad para presentar un desempeño que realmente atrapa nuestra atención.
Hirsch y Dern ofrecen actuaciones sólidas en roles que resultan más complejos de lo que aparentan, mientras que Kolker brilla con una interpretación excepcional.